Nepal es un país de montañas y sentimientos donde los comentarios no tienen cabida… Solo pueden tener valor en el corazón del que los experimenta. |
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PRONTO REALIZAREMOS NUESTRA REUNIÓN INFORMATIVA
La siguiente etapa será Lobuche que se encuentra en la ruta hacia el Campo Base del Everest… nuestro objetivo final.
Con el ascenso a Kala Pattar hemos logrado nuestro objetivo más lejano. El retorno se desarrollará por el mismo camino de ascenso con la única variante de que para bajar hasta Pangboche, intentaremos escalar una hermosa montaña llamada Pokhalde (5.860m). Acamparemos en la base de esta montaña, para, al día siguiente, intentar llegar a su cumbre y dormir en Dingboche.
NEPAL, La Aventura…
Por: Juana Frontera
Nuestra aventura empieza en Caracas (Venezuela), donde un grupo de 14 venezolanos emprendemos el viaje a los HIMALAYAS, encabezando el grupo se ubico el famoso montanista Alfredo Autiero, experto conocedor de estas montañas y su cultura.
Con un breve paso por París, volamos a Nueva Delhi… un breve paso por la India, que amerita un relato propio, y de allí a Nepal… especificamente a su capital.
Al llegar a Katmandu todo toma una nueva dimensión y los recuerdos y experiencias regresan a un mundo en el que el tiempo no tiene un valor intrínseco y pareciera estar detenido.Nawang, nuestro Sirdar y ayudante nos abraza y coloca a todos la clásica guirnalda de flores como señal de bienvenida, el bullicio de una ciudad cosmopolita que pareciera cualquier bazar medieval nos envuelve despertando todos los sentidos en un crisol de emociones inexplicables donde lo más antiguo se mezcla con lo moderno en un equilibrio que hace al lugar el sitio ideal para una multiplicidad de objetivos… El nuestro: Trekking al Campo Base del Everest!
En Katmandú, alojados en el “Katmandú Guest House”, pasamos 2 días en los que numerosas diligencias y las visitas indispensables a los Templos y monumentos de este hermoso valle, hicieron casi imperceptibles nuestra permanencia en este hermoso lugar del planeta.
El 27 de Septiembre, aun sin salir el sol nos reunimos todos en el lobby del hotel y después de abordar los vehículos que nos llevaron al aeropuerto. En esta oportunidad nuestro destino: la pequeña población de “Lukla”, enclavada en el medio de los Himalayas. Lukla es el inicio obligado de casi todas las expediciones y trekkings que se dirigen hacia el “Kumbhu”, nombre que se suele dar a la región en la que se encuentra enclavada la Montana mas alta del mundo… El Everest. Un corto e inolvidable vuelo, entre las imponentes montanas a nuestro alrededor, nos lleva al mundo de los “sherpas” y lentamente a dar nuestros primeros y tímidos pasos de adaptación en este mundo en el que la religión y las montañas se mezclan para dar forma a una leyenda ancestral y legendaria llamada HIMALAYA.
De todos los viajes de aventura por los diferentes rincones del mundo donde tuve la suerte de poder ir… ESTE ES EL QUE JAMAS OLVIDARE.
Poco a poco, cada paso nos adentraba más en ese mundo mágico llamado Khumbu, donde la población sherpa ha encontrado su arraigo y ha formado parte de casi todas las aventuras en la que los “occidentales” nos hemos visto involucrados, siendo ellos (los sherpas) quienes hoy en día están marcando la pauta con las más impresionantes proezas: record de velocidad en ascenso al Everest (8:15 horas desde el CampoBase); record de permanencia en la cumbre del Everest (Babu Shin, 18 horas); mayor numero de ascensos al Everest (14 ascensos consecutivos). Todo esto ha sido posible porque ellos han sabido asimilar lo mejor de sus visitantes sin detrimento a una cultura ancestral, que no solo les ha permitido reforzar su identidad étnica sino los ha llevado a ser reconocidos en el mundo entero por su amabilidad, fortaleza y honestidad a toda prueba.
Para los que ya habían visitado estos parajes, el Khumbu habría a cada paso un cúmulo de recuerdos y sensaciones que los sumergían en un éxtasis continuo a lo largo del día, en el que el tiempo perdía cualquier referencia posible. Para los que por primera vez pisaban esta maravillosa región de montaña, un mundo totalmente desconocido permitía a cada uno de los 13 integrantes del grupo entregarse a su particular mundo interior, y llenarse de ese mágico mundo llamado HIMALAYA.
Los días fueron pasando y así también la distancia en el logro de nuestro principal objetivo “Kala Pa-tar” un resalte rocoso ubicado en una de las principales aristas del Pumori, montaña esta que por su especial ubicación es considerada uno de los mejores miradores para poder observar con detalles a la diosa madre del mundo: ”Sagarmatha” El Everest. Con el pasar de los días las emociones de cada uno de nosotros se iban agudizando y con ello también la forma de interpretar y reconocer los verdaderos objetivos de un viaje a lo más recóndito de estas regiones… a lo más profundo de nosotros mismos. Al llegar a Namche, la población mas representativa de los Himalayas, aprovechamos de un merecido día de descanso, ya que la siguiente etapa del recorrido comenzaríamos a realizarla más allá de los 4.000 metros de altura, zona en donde la marcha comenzaría a hacer mella sobre todos nosotros. Namche tiene la particularidad de ser una “gran metrópoli” en el Khumbu, sus dos ciber cafés, sus pastelerías y “discos”, la hacen el lugar predilecto de aquellos que quieren mantenerse apegados a la cotidianidad de nuestro mundo occidental; sin embargo, a partir de este lugar, otro panorama se abre al visitante y la puerta a este mundo es la majestuosa visión de la montaña más alta del planeta, custodiada celosamente por el hermoso monasterio de Thiangboche, que como atalaya en el cielo es la entrada del valle del Khumbu donde las montañas del Ama Dablam’, “Transercu”, “Taboche”, “Lhotse”, “Everest” y muchas otras se levantan majestuosas para jugar con las nubes, el cielo y los sentimientos de sus visitantes.
De todos los viajes de aventura por los diferentes rincones del mundo donde tuve la suerte de poder ir… ESTE ES EL QUE JAMAS OLVIDARE.
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Para los que ya habían visitado estos parajes, el Khumbu habría a cada paso un cúmulo de recuerdos y sensaciones que los sumergían en un éxtasis continuo a lo largo del día, en el que el tiempo perdía cualquier referencia posible. Para los que por primera vez pisaban esta maravillosa región de montaña, un mundo totalmente desconocido permitía a cada uno de los 13 integrantes del grupo entregarse a su particular mundo interior, y llenarse de ese mágico mundo llamado HIMALAYA.