Siempre hemos visto la cumbre como el elemento final de un proceso, como el punto máximo del camino, sin embargo, la experiencia nos dice que la cumbre no es más que el vacío que experimentamos durante el éxtasis del logro, no es más que un punto imaginario en nuestras mentes… es solo una meta.
De que sirve caminar si un paso no da pié al otro, si no aprendemos en cada espacio recorrido, si no sabemos porque lo hacemos. Es necesario ir construyendo el significado de algo abstracto para muchos, vamos construyendo el significado de lo ilógico, caminar para nada, caminar por el solo placer de hacerlo, aquí es donde está la esencia del placer, cuando en nuestras mentes el objetivo adquiere el mismo significado que el proceso para lograrlo.
Hay una pregunta que se repite con frecuencia… ¿Porqué suben ustedes montañas?, la respuesta desde el punto de vista esencial es tan ilógica como la pregunta misma, o que acaso respirar o pensar deben tener un motivo diferente al de mantener la vida, pues así es el deseo en sí, es el proceso de transformación de un estímulo en realidad y mientras más puro es ese deseo, más cerca estamos de saber porque forma parte de nuestra existencia misma. Vamos entonces a analizar lo que nos concierne… el porqué del montañismo como actividad placentera y de realización humana.
Evidentemente todo estímulo tiene una fase de prueba en la que definimos si las respuestas al mismo son placenteras o nó, pongamos por ejemplo, una invitación concreta a caminar por las montañas con nuestros amigos, ese día jamás nos preguntamos si era bueno o no, si estábamos preparados o nó y menos aún si lo que íbamos a hacer tenia un significado trascendente para nuestras vidas y así lo hicimos, henos allí, caminando por fuertes pendientes, entre árboles repletos de aves cantando al unísono mientras nuestro rostro se llenaba paulatinamente de sudor y nuestros labios se secaban de manera progresiva a medida que avanzaba la jornada. Es el momento en que la cumbre y el camino no son más que un pretexto para conocer lo que somos. Comenzamos a darle o no sentido a nuestro esfuerzo, permitiendo convertir el “sufrimiento” en una sensación reconfortante y “placentera”, porque comenzamos a descubrir condiciones innatas de nuestro cuerpo y nuestra mente. “DESCUBRIR”, tal vez allí está la palabra secreta. Con el pasar de los años, nuestra composición cultural y hasta “genética”, se ha ido modificando para transformarnos en “seres urbanos”. Nuestro olfato se ha modificado, la relación que teníamos en antaño con la naturaleza la hemos venido perdiendo. El sol nos molesta, el silencio nos agobia, no sabemos manejar el fuego, el agua y nos hemos hecho cada día más vulnerables a las perfectas leyes NATURALES, hasta hemos pretendido hacernos eternos… “Inmortales”.
He aquí el misterio, cuando entramos en contacto con la Montaña, especialmente de forma placentera, comenzamos a redescubrir aspectos que hemos perdido de nuestra VERDADERA condición humana. El hecho de sentir nuestros límites, nuestra capacidad de interrelacionarnos con nuestro entorno, nos brinda de igual manera de apaciguar nuestra angustiosa existencia en la que pudiéramos pensar que “todo estaba perdido”. Sin embargo, como todos los nuevos descubrimientos, esta “experimentación” debe ser pausada, con calma ante la inconmensurable fuerza de la naturaleza, en la que nosotros somos solo un pequeño eslabón de la cadena… tal vez el menos importante. Tal vez la mejor manera de comenzar, sea bajo la tutela de un “experto”, que nos pueda brindar la información necesaria, que nos permita disfrutar y aprender de la experiencia que nos hemos propuesto. La información siempre se ha transformado en excelente herramienta para iluminar la oscuridad en este difícil camino de descubrir nuestros gustos, nuestros deseos.
Muchos tal vez, especialmente hoy día, motivados por la agobiante y exagerada información mediática (Mucha de ella errada o incompleta), han obviado el paso anterior, y piensan que con solo ver, a través de la experiencia de otros, ya su aprendizaje resulta suficiente para emprender duros e inusitados caminos, algunas veces más allá de sus propias capacidades y con consecuencias frustrantes y tal vez devastadoras.
Finalmente, nos encontramos con un grupo que, obviando todo sentido lógico, inclusive más allá del sentido de los instintos fundamentales de “supervivencia”, se creen capaces de desafiar las más básicas leyes de la naturaleza, y no solo emprenden proyectos absolutamente alejados de sus capacidades innatas, sino que a su vez exponen a otros a acompañarlos en sus absurdos proyectos, que constituyen un verdadero error y peligro en este, ya de por sí, poco común camino hacia las Montañas y el descubrimiento de lo que históricamente ellas han representado para toda la humanidad a través de la historia.
A continuación algunas recomendaciones que pueden ayudarnos a “caminar” con paso firme hacia nuestra propia cumbre y a hacernos este camino algo más seguro y más apasionante…
-¿El montañismo es para todos… independientemente de la edad? ¿Por qué?
Cuando hablamos de “Montañismo”, nos referimos a una actividad donde se unen un sin número de modalidades que van desde “La Caminata”, pasando por carreras de montaña y escalada en “Grandes Paredes”, sin embargo un criterio común las une casi de manera inevitable y este es, el contacto con la naturaleza y la interrelación entre e “Yo interno” y el ambiente, resaltando la toma de iniciativas, el reto personal y el logro de las metas propuestas. Esto hace que el “Montañismo” trascienda el calificativo de “Actividad Deportiva” y se convierta en una ESCUELA, en “Una Forma de Vida” en la que muchas veces se “nace y se muere” (En el buen sentido de la palabra”… en su práctica.
– ¿Qué condiciones físicas debe tener alguien que desee practicar montañismo?
Las condiciones físicas del Montañista van a depender del volumen de sus exigencias personales, de sus metas y muchas veces de las motivaciones que el entorno logre inducir en el interesado. Siempre es importante poseer una condición física mínima, ya que las características del esfuerzo en el “Montañismo”, suelen subestimarse en calidad y cantidad, y a veces nos encontramos a personas con poco entrenamiento físico, afrontando largas y arduas caminatas con consecuencias “nefastas” física y emocionalmente.
– ¿Qué ejercicios debe hacer alguien que se entrena por primera vez para practicar montañismo?
En vista de que el “Montañismo”, desde el punto de vista físico, es una actividad esencialmente “AERÓBICA”, lo más importante es concentrar nuestro entrenamiento en actividades que desarrollen potencialmente esta condición. Estas son, en orden de importancia: La Carrera larga o “Trote”, el ciclismo y la natación. Las he colocado en este orden estricto por condiciones “intrínsecas” de nuestro país en los que la práctica de uno u otro entrenamiento se suele complicar por la existencia de un entorno poco favorable para su práctica.
– ¿Qué precauciones deben tomar los principiantes?
En cuanto a los que se inician en esta actividad… “El Montañismo”, hay detalles dignos de ser tomados en cuenta. Lo primero es asegurarse de poseer una condición física apropiada al esfuerzo al cual vamos a estar sometidos, por otro lado, a pesar de que esta es una actividad de introspección personal, uno de los aspectos fundamentales en su práctica es la seguridad, lo que obliga a encontrar un buen compañero o grupo para su práctica y dotarnos de un equipo y buen conocimiento técnico para su uso… evidentemente un elemento fundamental que nunca debe faltar es “La Motivación”, elemento que ha logrado las más grandes proezas en las personas más inesperadas, las que han abierto nuevos horizontes para las generaciones de “relevo”.
– ¿Cómo se mantiene en forma un montañista?
El montañista, por las mismas características de la actividad que practica, que lo motiva a plantearse metas cada vez más exigentes, debe ser una persona con mucha dedicación al cultivo de una vida sana física y emocionalmente, lo que lo obliga a plantearse buenos hábitos de entrenamiento cotidiano para mejorar su “performance” físico y su paz emocional… Hacer ejercicios aeróbicos dos o tres veces por semana, tal vez un poco de meditación, combinado con alguna lectura de textos técnicos, me parece un buen complemento para todo aquel que desee iniciarse en estas “lides”.
– ¿Qué beneficios para la salud brinda el montañismo?
Más allá de cualquier otra actividad deportiva, el “Montañismo” abarca mucho más que la parte de competencia y bienestar físico que “El Deporte” pudiera implicar, por lo cual podemos estar en presencia de una actividad “Integral” que implica beneficios, no solo para el que lo practica sino para la sociedad en general.
– ¿Existen algunos riesgos al practicar montañismo?
La práctica del Montañismo, al igual que toda actividad humana implica “riesgos” que esencialmente se circunscriben a que este se practica en un entorno al cual el “Montañista” no está habituado… no es su ambiente cotidiano, lo que implica un aprendizaje que debe ser llevado de manera progresiva y paulatina. Excederse en los objetivos planteados puede traer implicaciones de riesgos con consecuencias físicas y emocionales que pueden ser fatales.
– Consejos para quien desee iniciarse en el montañismo.
Todo aquel que desee iniciar sus pasos por este fabuloso camino… el de las Montañas, debe estar dispuesto a entregar una cuota de sacrificio personal, que de seguro redundará en una gran satisfacción el logro de metas “Impensables”, en el mejoramiento personal y en una nueva manera de ver la vida a través de los entornos naturales… evidentemente también los “urbanos”.
– Otros datos importantes.
Hoy día el “Montañismo” es una actividad promocionada en casi todas las partes del mundo y sus beneficios personales están fuera de cualquier discusión. Esto permite que todo aquel “enamorado” de su práctica pueda dedicar su vida no solo a nivel “amateur”, sino profesionalizarse y emprender el camino hacia metas más concretas en cuanto a logros y alcances.
En nuestro país, ya existen Asociaciones de Guías Profesionales, con parámetros de servicios a la par de los países más desarrollados en el área, esto permite una mayor información y más seguridad en su práctica, así como un acercamiento más asertivo de todo aquel que se quiera acercar al mágico mundo de las pendientes, de los vientos fríos y de las altas cumbres… al mundo de las Montañas.